23/05/2022

Cereales en apuros: ajustado balance para el trigo y en maíz

Según el Usda, en 2022/2023 el consumo será superior a la producción, lo que proyecta firmeza en los precios. Pablo Adreani. AGROVOZ
 

En el 2022/23 el consumo mundial de granos será superior a la producción, de acuerdo al informe del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) publicado el pasado 12 de Mayo.

En el caso del maíz la producción global se proyecta en baja, debido principalmente a la menor producción de Estados Unidos y de Ucrania, el primer y el tercer exportador del mundo, respectivamente.

Las existencias finales se proyectan en baja, en parte por la caída de stocks en China y en los Estados Unidos.

El consumo mundial de maíz 2022/23 se proyecta en 1,185 millones de toneladas contra 1,200 millones de la cosecha previa (2021/22), una baja de 15 millones de toneladas. La producción mundial de maíz se proyecta en 1,181 millones toneladas en el 2022/23 versus 1,215 millones en el 2021/22, una caída de 34 millones de toneladas.

La producción de Maíz Americano se reduce en 17 millones de toneladas, de 384 a 367 millones de toneladas, y en el caso del saldo exportable la baja es de 63,5 a 61 millones de toneladas, una caída de 2,5 millones de toneladas. En el caso de Ucraina se reduce su producción en 22,63 millones de toneladas, equivalente al 54%, consecuencia de la invasión de Rusia.

En el caso del saldo exportable de Ucrania, cae 14 millones de toneladas o el 61%, bajando de 23 a 9 millones de toneladas. Solo entre Estados Unidos y Ucrania las exportaciones de ambos países se ven reducidas en 16,5 millones de toneladas.

Brasil y la Argentina son los dos países que pueden capturar parte del Mercado de las exportaciones que se han reducido en Ucrania y Estados Unidos. En este sentido la coyuntura del mercado es muy favorable para Argentina, pues de alguna forma tenemos la posibilidad de poder capturar el aumento adicional de la demanda de Europa al verse reducida la oferta de maíz proveniente del Mar Negro.

Sin embargo, esta coyuntura muy favorable para las exportaciones del maíz argentino, se ve diluida por la política interna del gobierno al modificar los volúmenes de equilibrio y generar incertidumbre con el anuncio de posibles aumentos en las retenciones.

En el caso del trigo la situación es mucho más ajustada. Hay que tener en cuenta que por tercer año consecutivo el consumo mundial es superior a los volúmenes de producción.

El último informe del USDA proyecta una caída en la producción de trigo de Ucrania, Australia, Marruecos, Unión Europea y China.

El consumo mundial baja por el menor uso de trigo forrajero, que es compensado por el mayor consumo de trigo para alimento humando, semillas y usos industriales.

El consumo de alimentos continua aumentando debido al crecimiento de la población, y al aumento en la base de consumidores. Las existencias finales de trigo se proyectan en baja por caídas en los stocks de China, India y en la mayoría de los países exportadores.

El comercio mundial de trigo -este es el dato clave- se proyecta muy firme y en aumento llegando a las 205 millones de toneladas contra 199 millones de toneladas de la campaña previa 2021/22.

Esta mayor demanda de trigo que se sustenta en África, el sudeste de Asia y Medio Oriente, no puede ser aprovechada por los exportadores de trigo de Argentina, pues los registros de exportación están cerrados, además los exportadores ya tienen cubiertas las ventas con todo el trigo ya comprado.

Por este motivo los precios del trigo en nuestro mercado interno se encuentran desfasados con respecto al precio en el mercado internacional. Y al estar los registros cerrados los exportadores no pueden capturar la mejora del precio, generando un mercado virtual que muestra un descuento irreal de nuestro trigo con respecto al trigo de referencia en el FOB Golfo.

Se derriba el mito popular y actual que dice que los exportadores están ganando fortunas exportando trigo. Nada más alejado de la realidad.