15/02/2018

Baja de mercados asusta, pero no mata

LEONARDO CHIALVA (*)

Febrero no ha sido un mes fácil para los inversores. La "fiesta" de enero, con subas acumuladas de casi 10% en los principales índices globales, terminó de manera abrupta e intempestiva. Los flujos de dinero que ingresaron masivamente durante el arranque del año fueron atrapados sorpresivamente por la explosión de una nueva tendencia de inversión global, los fondos que buscaban tener objetivos determinados de volatilidad. Es decir, buscaban mantener un objetivo específico de volatilidad esperada. Entre los participantes que han adoptado estos enfoques se encuentran los denominados i) fondos de "risk-parity", ii) fondos de trading sistemático, y iii) fondos de pensión de "variable annuities", con objetivos de volatilidad que rondan entre 8% y 15% anual (ver cuadro I). Estos suman alrededor de u$s810-835 miles de MM en base a estimaciones del FMI, habiendo registrado tasas de crecimiento en los últimos tres años de casi 70% para fondos de pensión de "variable annuities" o 20% para fondos de trading sistemático. ÁMBITO

La popularidad de este tipo de estrategia radica en el bajo nivel de volatilidad que el mercado ha exhibido en los últimos 5 años como consecuencia de la laxitud monetaria de bancos centrales. Una inferior volatilidad en acciones y bonos impulsa entonces a adoptar un mayor apalancamiento para alcanzar los objetivos planteados; en general, una de las maneras de conseguirlo es por medio de futuros de índices bursátiles. 

La volatilidad ha dominado al mercado en las últimas ruedas, y se ha vuelto un importante driver de retornos. Períodos de elevación de tasas suelen ser más volátiles que períodos de tasas en baja, por lo cual esperamos que 2018 marque un camino más ríspido. Esquemas de targeting de volatilidad exacerban este dinamismo elevando su participación en el volumen negociado en períodos de stress. Aun así, ello no determina aspectos de tendencia, sino influye en retornos de corto plazo. 

La corrección reciente de la bolsa norteamericana, contagiando al resto del mundo, puso el foco en este tipo de estrategias de administración de activos ya que sucumbieron ante el aumento de volatilidad. Fueron en parte los responsables de la caída de la volatilidad, para luego ser los responsables del salto abrupto y del final caótico de este tipo de estrategias.

Por lo tanto, se pueden extraer algunas lecciones de lo sucedido recientemente. Los principales drivers de la presente corrección se encuentran en el accionar de este tipo de estrategias y la consecuente relocación de portafolios, contemplando que durante la última semana se registró una salida significativa de equities globales. Si bien no alteran los fundamentos subyacentes, es importante recalcar el daño técnico que sí ocasionan sobre el mercado. Elevados niveles de volatilidad difieren y dificultan el punto de entrada de nuevos inversores, debiendo actuar de manera más reactiva que en anticipación. Los fundamentos de la economía global y de las empresas siguen siendo favorables. Sin embargo, las valuaciones son poco atractivas, a pesar de la baja reciente. Esto nos deja en un mercado accionario global que es más probable se enfrente a un período de trading y volatilidad que al comienzo de un mercado bajista. Experiencias pasadas nos indican que fluctuaciones como las vividas recientemente llevan entre 3 y 8 meses en consolidar un nuevo piso de mercado.


(*) Socio en Delphos Investment