17/09/2018

Antes de arrancar, la siembra sumó horas en el simulador

Productores y contratistas rurales definen sus costos para el maíz y para la soja, que llegan con más retenciones. AGROVOZ

Alejandro Rollán

A una semana de que volvieran al ruedo las retenciones para el maíz y crecieran en magnitud las de la soja, las planillas de cálculo en las notebooks de asesores técnicos y productores no paran de simular escenarios. A pesar de que el cereal sigue teniendo un margen económico más favorable que la soja, los números ofrecen una gran dispersión: si es en campo propio o arrendado; si la maquinaria para las labores es propia o de terceros; si los insumos –en especial, semillas y agroquímicos– ya se compraron o todavía resta adquirirlos.
Según aseguran productores vinculados a los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Crea) y a la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid), la mayoría de los productores que había decidido hacer maíz ya tiene la semilla. Incluso antes de la aparición de las retenciones.
En condiciones de clima normal, en Córdoba se sembraron en las últimas campañas 1,5 millones de hectáreas de maíz, que representan un consumo de alrededor de 1,8 millones de bolsas. A un valor promedio del híbrido de 120 dólares por bolsa, la inversión sólo en semillas supera los 215 millones de dólares.
En marcha
En el sudeste de la provincia, la siembra del maíz ya arrancó. Ahí, los planteos tempranos ofrecen un plus de rendimiento que ayudará a mitigar el impacto de las retenciones.
También ya comenzó la implantación en la zona de Balnearia y Marull, donde el cereal tiene como destino prioritario el picado para forraje.
A medida que se avanza hacia el centro norte de la provincia, las intenciones de siembra todavía se definían entre la llegada de las lluvias y la evaluación de diferentes escenarios.
Modelos teóricos con distintos valores de tipo de cambio y potenciales precios del combustible a cosecha son parte de las variables que los productores y asesores combinan por estos días en la búsqueda de certezas. “Hay que hacer jugar todos los costos, ya que de acuerdo con su magnitud, incidirán luego en los márgenes de los cultivos”, admitió una productora y asesora técnica del norte de Córdoba.
Con el antecedente de la cosecha anterior, que dejó a una parte de los agricultores con resultados económicos en rojo, el financiamiento se ha convertido en un insumo clave para la nueva campaña. El canje de granos por insumos aparece como el mecanismo que más convence a las partes. Para el productor, porque le representa no tener que pagar con dinero; para el proveedor, porque va a recibir el equivalente en dólares.
El gasoil, la referencia
Los contratistas rurales también hacen sus números y definen sus tarifas. El valor del gasoil sigue siendo el patrón de referencia para el cobro del servicio de siembra de soja y de maíz. ¿El precio? El equivalente a 35 litros del combustible por hectárea sembrada. Con un valor al surtidor que ronda los 33 pesos el litro, el costo de siembra rondaría los 1.150 pesos por hectárea.
Los proveedores de servicios agrícolas aseguran que la actualización del precio del combustible les permite no perder poder adquisitivo frente a la inflación y al tipo de cambio. Para darle más seguridad al negocio, muchos redujeron el plazo de cobro a 30 días.