27/02/2012

Ante los bajos rindes y las trabas oficiales

Advierten que ambos factores complican las conversaciones por las tarifas en maíz. LA NACIÓN


Para Santiago Nóbile, productor de General Baldissera, Córdoba, "con rindes de 15 a 30 quintales" en algunas zonas y "un producto difícil de vender" por las trabas oficiales, no va a ser sencillo "ponerse de acuerdo en el valor" de la cosecha de maíz.

"Van a sobrar máquinas, ya que la trilla va a estar más distribuida en el tiempo, con lo cual no habría que esperar una desesperación por parte del productor en levantar [el cultivo] y eso determinará que los cosecheros facturen menos", indicó Nóbile.

Bernardo Debenedetti, productor del departamento de Marcos Juárez, en el sur de Córdoba, también prevé que haya "bastantes trilladoras disponibles" por la menor cosecha.

En su caso, dijo, ya arregló con su "contratista de confianza de muchos años el 7% del rinde en pesos tomando como referencia el precio pizarra o el que se negocie en el mercado en los días de cosecha".

Para la soja también podría pactar el 7% del rendimiento.

Mientras tanto, Santiago del Solar, productor de Rojas, confía en que las negociaciones entre ambos actores terminen en una solución conveniente para las dos partes.

"Se va a conversar y, en general, no hay nada de estas cosas que no terminen finalmente solucionándose. Las dos partes tienen que tener en cuenta que, por un lado, la tecnología en maquinaria cuesta, y, por otro lado, cuando la cosecha es magra la capacidad de pago del productor cae", señaló.

"Cambiamos la plata"

Por lo pronto, los contratistas están preocupados por su actividad. "Con la cosecha de trigo cambiamos la plata y esperábamos el ingreso fuerte de los granos gruesos, pero, por lo que se ve, va a ser económicamente más desfavorable que la fina", expresó Carlos Benati, contratista de General Villegas.

"Para maíz se habla de una tarifa del 7% del rinde, pero será muy bajo en la campaña actual. En un lote de la zona, que rinda 3500 kilos, no podremos sacar ni para pagar los gastos directos", añadió.

Por si ya no tuvieran suficiente con el impacto de la sequía sobre su negocio, este año los contratistas deberán enfrentarse a otro desafío: el incremento en el valor de la maquinaria nacional, que ocurrirá por la inminente eliminación del reintegro del 14% que daba el Estado a los fabricantes locales. Además, el IVA se subirá del 10,5 al 21 por ciento.

Según Adalberto Sanz, vendedor de maquinaria agrícola de Cañada Seca, en el noroeste de Buenos Aires, el aumento en los equipos podría ser del 25 por ciento.