Por su parte, la economista de FADA, Antonella Semadeni, explicó que con menos impuestos se va destrabando la rueda y hace que se movilice la economía. La fundación mencionó que aún con esta baja, más de la mitad de lo que genera una hectárea agrícola se destina al pago de impuestos.
Al mirar por provincia, el informe mencionó que
Córdoba registra una carga fiscal de 54,3%, Buenos Aires 54,5%, Santa Fe 53,5%, La Pampa 53,6%, Entre Ríos 60,3% y San Luis 51,4%.

“En todas las provincias analizadas se paga impuesto inmobiliario rural e impuesto a los sellos para la compraventa de granos. En Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa y San Luis se pagan Ingresos Brutos con diferentes porcentajes. En Córdoba y Santa Fe la actividad está exenta. Buenos Aires y Santa Fe tienen tasas municipales, mientras que La Pampa tiene las guías cerealeras.
Córdoba, San Luis y Entre Ríos no tienen imposiciones a nivel local. San Luis y La Pampa tienen impuestos al estilo de aduanas internas”, describió el documento de la fundación.
Desafíos para 2026
Los economistas de FADA plantearon que el escenario productivo para la campaña 2025/26 es favorable. “Se espera una mejora cercana al 18 % en la producción total de soja, maíz, trigo y girasol, lo que equivale a 16 millones de toneladas adicionales frente a la campaña 2024/25”, resaltó el documento.
Para los precios, las proyecciones indican un
escenario neutral, con valores similares a los actuales. “Se espera una buena campaña en términos productivos, con más toneladas, aunque sin mejoras significativas en los precios”, concluyó FADA.