12/12/2017

Revista Novedades Económicas - IERAL

Síntesis: Dos años de crecimiento, pero aún a la intemperie.
La recuperación de la economía argentina en 2017, con una variación del PIB cercana al 3 %, apunta a continuar a un ritmo similar en 2018, fenómeno que no sucedía desde 2010/11. De la mano de las altas tasas de interés y de un gasto público que sube menos que la recaudación, la política monetaria y fiscal serán menos expansivas de aquí en adelante, pero los principales socios comerciales (Brasil y China, en particular) pueden jugar de contrapeso y, sobre todo, la ampliación del horizonte político derivada de las legislativas de octubre y del Pacto Fiscal ayudará a materializar inversiones, aunque en una gama no demasiado amplia de sectores, por la acotada rentabilidad existente y la demorada reforma laboral. En lo internacional, las condiciones financieras no deberían sufrir alteraciones bruscas y el PIB mundial podría acelerar algo más. Pero existen riesgos, por suba inesperada de la inflación y de las tasas de interés en los Estados Unidos, o el estallido de una de las tantas crisis geopolíticas posibles. Y así como la Argentina hoy resulta atractiva para cierto perfil de inversores es, al mismo tiempo, un país vulnerable, por sus déficits gemelos (fiscal y externo), por la dependencia en su financiamiento, y porque está a mitad de camino en objetivos claves como domar la inflación y lograr que las exportaciones reaccionen. Sin estos logros, el viaje seguirá siendo a la intemperie.

Descargar documentos