Síntesis: Poco margen para que el peso se siga apreciando.
Comer la tradicional hamburguesa hoy en Buenos Aires es 50 % más caro que hacerlo en Estados Unidos, salvo el día de promoción, cuando la brecha es de 20 %. Para nivelar los precios en dólares de este producto en ambos países, y tomando la tarifa sin descuento, en la Argentina se necesitaría un tipo de cambio de 23,50 pesos, que compara con la cotización actual, en torno a 15,80. Si los movimientos de capitales se guiaran estrictamente por este indicador, podríamos estar en el umbral de una crisis de Balance de Pagos. Sin embargo, no hay señales de ese tipo. El balance cambiario del Banco Central registró una oferta de dólares, por todo concepto, de 44,3 mil millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2017, frente a una demanda de 35,0 mil millones, lo que permitió un significativo aumento de las reservas del Banco Central. Es cierto que ese flujo está desbalanceado, con créditos al sector público y privado que suman igual que las exportaciones. En el largo plazo, esta ecuación no es sustentable, pero en un horizonte cercano depende de la liquidez internacional y de las condiciones crediticias del país, que lucen favorables. La pregunta es, hasta qué punto las variables financieras pueden apartarse de las reales, y para acercar una respuesta hay que ver lo que ocurre con la evolución del sector agroindustrial.
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Revista Novedades Económicas - IERAL
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