15/10/2019

Pocos instrumentos que obligan a asignar prioridades

Síntesis: Un riesgo que asoma de cara al 10 de diciembre es que se intente cubrir la brecha presupuestaria sólo con más recaudación, incluido el impuesto inflacionario, o que se asuma que habrá de ser resuelta naturalmente, a través del crecimiento. Dada la magnitud de la presión tributaria, hay muy poco margen en este plano, y abusar de este instrumento implicaría desalentar la producción y /o el ahorro. Tampoco se puede exprimir el “impuesto inflacionario” en medio de la huida del peso, que ya está ocurriendo. Y respecto de sanear los números fiscales a través del crecimiento, debería haber pocas dudas que hoy la relación de causalidad va en la dirección opuesta. El punto de inflexión lo asegura la confianza, y ésta depende de la consistencia del programa fiscal y monetario, incluido el régimen cambiario, a ser anunciado por quien gane las presidenciales. En lugar de imaginar distintas alquimias para salir de la recesión “poniendo plata en el bolsillo de la gente”, hay que proponerse recuperar el consumo por el freno a la inflación, que tendría mayor impacto y, sobre todo, sería sustentable. La escalada de los precios es un “ladrón de billeteras” al que hay que atrapar. Y la otra vertiente para comenzar a reactivar el nivel de actividad es revertir la fuga de capitales, para que los ahorros fluyan hacia el sistema financiero y el mercado de capitales local.
Revista Novedades Económicas Nº 996 - IERAL

Descargar documentos

  • Revista Novedades Económicas Nº 996 - IERAL Descargar